¿Cómo mantener una vida sexual saludable?
Después de una relación sexual, mantener la mente y el cuerpo en buenas condiciones debe ser una prioridad. Los besos, sudor, juguetes sexuales y el lubricante son de gran ayuda en el momento, pero puede haber riesgos si no se mantiene la higiene. Puede darte flojera y quedarte dormido después de una noche intensa de pasión, pero esto puede generarte problemas de salud en el futuro.
Desde cambiarse de ropa interior hasta orinar después del sexo, mantén a raya las infecciones para que continúes sintiéndote lo mejor posible. Asegúrate de que tu cuerpo esté saludable y ayudaras a tu mente a maximizar el placer sexual. Esto ayudara a construirá esa conexión tan importante entre usted y su pareja.
Consejos que todos deberíamos seguir después del sexo
Habla de sexo
¡La comunicación en pareja es clave! Discute lo que te gusta o lo que no, es la única forma de mejorar tu vida sexual. La conversación no tiene que ser incómoda. De hecho, Dile lo que quieres probar la próxima vez y festeja lo que fue excitante.
Puedes intentar mencionar una nueva idea con algo que leíste o escuchaste en un podcast y mencionarlo. Después preguntar ¿Qué te parece?” De esta forma, esa “idea” viene de una fuente externa a ti y es una forma sencilla de averiguar el interés de tu pareja.
Ir al baño después del sexo
Es importante orinar lo antes posible para prevenir una infección. Cuando tienes relaciones sexuales, tus áreas íntimas están expuestas a bacterias que pueden llegar al tracto urinario y provocar una infección dolorosa. Al orinar después del sexo, cualquier bacteria se elimina del cuerpo y minimizas el riesgo.
El usar agua limpia y fresca para limpiar puede prevenir irritaciones (especialmente si tienes la piel sensible). La combinación de frotar, lubricar y sudar puede alterar el equilibrio de tu PH. Bañarte después del sexo es una excelente manera de restablecer el equilibrio y dormirás mejor.
Buena limpieza de tus juguetes
Usa un limpiador de juguetes sexuales o jabón natural con agua limpia para darles una buena limpieza. Tus genitales son muy sensibles, por lo que debes eliminar cualquier bacteria para prevenir una infección o irritación (es igualmente importante dejar que se sequen por completo).
No hay límites
Si estás en una relación a largo plazo, es normal que el sexo se vuelva repetitivo. Nunca es tarde para probar algo nuevo, así que discute tus fantasías con tu pareja. Ya sea que experimentes con disfraces sexys, juguetes nuevos o pruebes algunas posiciones nuevas, nunca se sabe.
Mantén el diálogo abierto y explora todas las posibilidades de dar y recibir placer.
Todos somos diferentes y la hora de la intimidad en la que tienes relaciones sexuales realmente puede cambiar tu experiencia. Pruebe nuevos momentos del día y cambie su horario.
Los fines de semana brindan oportunidades de explorar una variedad de momentos íntimos que se sienten bien para ambos. Coquetear un poco como antes de jugar también puede contribuir en gran medida a establecer el estado de ánimo y el tono de su encuentro sexual.
Toma tu tiempo
El sexo ayuda a relajarse, siendo excelente para el bienestar físico y mental. Es una excelente manera de desarrollar un vínculo entre tú y tu pareja mientras comparten una experiencia íntima y se complacen mutuamente. A medida que entran en el calor del momento, asegúrate de tomarlo con calma para maximizar el placer.
La base de la excitación es la relajación. Haz actividades que te ayuden a relajarte. Un masaje es generalmente un gran lugar para comenzar. Ir lento genera excitación y cuanto más tiempo desarrolle su excitación, más intenso será su orgasmo.
Utiliza un lubricante
Reduce la fricción y maximiza el placer para ambas partes. Es efectivo para aquellos que luchan contra la sequedad natural. Otra ventaja es que la sensación de humedad está asociada con la excitación.
La lubricación tranquiliza la mente para que pueda relajarse con lo que siente. El tacto placentero se siente bien y aumenta la excitación.
Ropa limpia
Después de un largo día de trabajo, la ropa interior puede convertirse en un caldo de cultivo para la infección. Cámbiate con ropa limpia y cambia las sábanas por lo menos una vez a la semana, esto mantendrá buena higiene y te sentirás más fresca que nunca.
También puedes dormir desnuda y tener la oportunidad de acurrucarte. Puedes colocar una sábana impermeable para el momento íntimo y luego utilizar la lavadora.